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Glosario

de los materiales

Sin duda, en su armario tendrá prendas de ropa para distintas ocasiones: ropa para el invierno y para el verano, así como ropa elegante y para el tiempo libre.

Todo esto funciona de forma parecida incluso cuando se trata de alfombras. Cuanto más se conozcan las propias exigencias y cuanto más se piense en el tipo de habitación para la que se está buscando una alfombra, en lo mucho que se utilizará dicha alfombra y si tiene que ser muy práctica o más bien meramente de decoración, más atención se podrá poner en los detalles fundamentales a la hora de elegir una. Por estas razones, no todos los materiales le valdrán de la misma forma. Por ejemplo, un modelo no se llevará bien con la humedad, otro es muy delicado y otro más será absolutamente perfecto para el cuarto de los niños.
Con este nuestro pequeño glosario de los materiales, benuta espera poderle ayudar a tener una idea general sobre los distintos materiales y sobre las propiedades que posee cada uno de ellos. Sin embargo, si no consiguiera encontrar una respuesta a todas sus preguntas, el servicio de atención al cliente de benuta se alegrará, como siempre, de poderle asesorar. Además, si tuviera alguna duda sobre cómo debería limpiar su alfombra, podrá encontrar unos consejos útiles al respecto en la sección Instrucciones para cuidar de sus alfombras.

Fibras naturales

Las fibras naturales se pueden dividir en dos grupos: las fibras de origen animal y aquellas de origen vegetal. En el primer grupo, es decir las fibras naturales de origen animal, hay que incluir las alfombras de seda, las de lana y los modelos de piel. En cambio, las alfombras de algodón, de yute, de sisal y de cáñamo se producen con fibras de origen vegetal. También existe el caso especial de la viscosa, la cual ocupa una posición particular entre las fibras: tiene orígenes vegetales y se produce de forma sintética.
Las alfombras de fibras naturales llevan ya mucho tiempo gozando de mucha popularidad. Una de las principales razones por las que los consumidores más críticos eligen este tipo de alfombras se debe al impacto positivo que éstas tienen sobre el medio ambiente. De hecho, al tratarse de un recurso renovable justo en un período caracterizado por una gran escasez de recursos, las fibras naturales no solo se distinguen por su intrínseca disponibilidad, sino también por el hecho de que se pueden reciclar. De esta forma, se crea la unión perfecta entre sostenibilidad medioambiental y un diseño moderno.

  • Lana

    La lana constituye aún el tejido más importante en el ámbito de la producción de alfombras y se utiliza en casi todos los sectores. Es oportuno distinguir entre la lana virgen, es decir, aquella que se obtiene a partir de ovejas vivas y que es de calidad superior, y la piel de lana, la cual, en cambio, se extrae de las ovejas que ya no están en vida y, por esta razón, es de calidad inferior.
    Un factor importante depende también de dónde ha estado viviendo el animal en cuestión, ya que esta información puede decir mucho sobre el tipo de lana. Así, por ejemplo, la lana de los altiplanos se consigue a partir de aquellos animales que viven en las montañas y es muy duradera y de una calidad increíblemente alta. Por el contrario, las ventajas que presenta la lana de las tierras bajas se hallan sobre todo en la buena relación que hay entre la suavidad de la lana y la gestión económica y humana hacia los animales.
    En la mayoría de los casos, la lana de las tierras bajas proviene de Nueva Zelanda, donde los animales pastan en llanuras y en colinas muy ricas en vegetación y donde disfrutan del clima único de esta isla.

    Las alfombras de lana gozan de una popularidad que parece no estar sujeta al tiempo. Esto se debe sobre todo a las fantásticas propiedades de la lana. De esta forma, las alfombras de lana contribuyen a crear en el hogar una sensación familiar y acogedora. Además, son muy resistentes y retrasan la eventual formación de llamas. Se decide producir alfombras utilizando la lana de oveja a causa de las grasas naturales que posee este animal. Las alfombras realizadas con este material son resistentes a la suciedad, son impermeables, así como antiestáticas, lo cual permite no crear polvo, a diferencias de algunas fibras sintéticas.


    Ya que el pelo de la lana se puede extender hasta en un 30 %, para luego volverse a contraer, las alfombras de lana son resistentes también en los puntos de tensión.
    La propiedad de la lana de acumular el aire en los espacios vacíos tiene, además, el efecto positivo de reducir en un tercio el nivel de ruidos, de regular la temperatura de la habitación, así como de aislar el calor.
    La lana no solo es el clásico por antonomasia desde los tiempos más antiguos entre los materiales que se utilizan para producir alfombras, sino que recibe también una fuerte demanda de aquellos consumidores que se preocupan por el medio ambiente que les rodea. Esto de debe al hecho de que la lana constituye un recurso renovable. Por lo tanto, no hay que sorprenderse de que la lana se emplee en casi cada área del hogar.
    Sin embargo, quien decide comprar una alfombra de lana para su propia casa debería tener en cuenta un aspecto importante: la lana es y seguirá siendo un producto natural, por lo que mantiene unas ciertas propiedades. Entre otras, la lana posee por ejemplo la maravillosa característica de regular la temperatura del cuarto en el que se halla. Por el otro lado, la lana no es un material aconsejables para zonas húmedas, como por ejemplo el baño, ya que la constante humedad acabaría dañando su alfombra de forma significativa. Además, hay que tener cuidado en mantener alejadas de la lana las polillas.

    Fibras sintéticas

    A pesar de que, a lo largo de los últimos años, las fibras naturales están volviendo a conseguir popularidad, las fibras sintéticas siguen ocupando la primera posición en el podio del sector textil y de la moda. No hace falta esforzarse demasiado para entender la razón de este fenómeno: las fibras naturales no ofrecen todas las posibilidades que, en cambio, ofrecen las fibra sintéticas, como por ejemplo la de producir algo a medida y según las necesidades individuales del cliente y la de conseguir que los productos estén destinados a todos los sectores.
    Un ejemplo de los límites de las alfombras hechas mediante fibras naturales es que éstas no son adecuadas para las zonas húmedas. Por el contrario, las fibras sintéticas no presentan limitaciones con respecto a su uso y se pueden destinar a cualquier sitio, ¡desde el baño de su propio hogar hasta una nave espacial! Por estas razones, las fibras sintéticas van a quedar a su lado durante mucho tiempo para ofrecerle toda su enorme versatilidad.

  • Poliacrílico

    Desarrolladas ya en el año 1942 en Alemania, a la vez que en los Estados Unidos, las fibras poliacrílicas aparecieron por primera vez en el mundo de la producción textil en 1954. En particular, se modificaron algunas fibras para retrasar la formación de eventuales llamas, como en el caso del poliacrílico en la ropa para niños.
    Las alfombras producidas con estas fibras sintéticas presentan una intensidad cromática muy duradera, ya que el poliacrílico posee una elevada resistencia contra la luz. Además, este material se considera a prueba de polillas. Por añadidura, posee una superficie suave y parecida a la de la lana. Al ser estas fibras tan flexibles, estos modelos no tienden a arrugarse. De esta forma, incluso cuando se hace un uso muy frecuente de la alfombra, ésta consigue mantener durante mucho tiempo su superficie en las mejores condiciones posibles. El poliacrílico, por lo general, es fácil de limpiar, se seca de forma rápida y, por esta razón, se utiliza muy a menudo como material para producir tejidos para muebles y alfombras destinadas a un uso frecuente, tanto que se trate de modernas alfombras de marca como de alfombras de pelo alto.
    Al mismo tiempo, el poliacrílico se emplea con frecuencia también en las alfombras para niños, ya que no solo éstas son extremadamente resistentes, sino también porque atraen el polvo de forma muy limitada y son increíblemente fáciles de limpiar. Por último pero por ello no menos importante, estas alfombras favorecen también un considerable aislamiento térmico.